Los aceites minerales son uno de los ingredientes más comunes en la cosmética convencional. Son aceites refinados, derivados del petróleo y se usan para mejorar la textura de las cremas. A diferencia de los aceites vegetales, que son muy afines a la piel y dejan que ésta transpire, los aceites minerales la cubren como si fuera una envoltura plástica. Provocan la obstrucción de los poros y, por tanto, dificultan la eliminación de toxinas, provocando diversos problemas como granitos, rojeces, picores, irritaciones… Además, absorben la humedad de las capas internas de la piel (deshidratándola) para que las capas más externas aparente más brillantes y elásticas.
En la lista de ingredientes de los productos cosméticos (INCI, International Nomenclature of Cosmetic Ingredients) podemos encontralos como: Paraffinum, Paraffinum liquidum, Petroleum, Petrolatum, Ozokerite, Ceresin o Glicol Propileno.
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